Viernes Jun 9 2023 14:05
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La Reserva Federal de Estados Unidos se reúne esta semana con la decisión sobre una nueva subida de los tipos de interés pendiendo de un hilo. Es posible que los indicadores de recesión estén dando señales de alerta, pero el mercado laboral sigue manteniendo el tipo bastante bien. Antes de dicha decisión, se harán públicas las cruciales cifras de la inflación que guiarán al mercado en cuanto a qué se debe esperar de la Reserva Federal. El jueves, por otro lado, es el turno del Banco Central Europeo, antes de que el Banco de Japón ponga la guinda a una semana ajetreada para los bancos centrales.
Estos son los eventos clave de la semana:
La semana empieza sin demasiada acción con los anuncios de algunos datos acerca de la inflación en el índice de producción industrial japonés, la inflación en el sector mayorista alemán y la inversión extranjera directa en China. Más tarde, se pondrán a prueba las ganas de deuda pública estadounidense que tienen los mercados con una subasta de bonos a 10 años: una emisión que, tras el candente debate sobre el techo de deuda entre los inversores, hace temer que pueda dejar al mercado sin liquidez. Es posible que el Departamento del Tesoro de EE. UU. emita hasta 1,3 billones de dólares de deuda a corto plazo, algo que absorbería el dinero y la liquidez de los mercados y forzaría un incremento de los tipos de los bonos. Oracle anuncia ganancias.
El mes pasado los mercados deseaban una ralentización de la inflación en el IPC general: las acciones subieron empujadas por el Nasdaq mientras los tipos de los bonos se contraían. El IPC general cayó al 4,9 % en abril, pero la inflación subyacente permaneció obstinadamente en un 5,5 %. Previstos justo cuando da comienzo la reunión de dos días de la Reserva Federal, los datos se analizarán con lupa por lo que suponen para los responsables políticos. A fecha de 8 de junio el modelo de predicción inmediata de la inflación Nowcast de la Reserva Federal de Cleveland apuntaba a una inflación intermensual del 0,19 % y una inflación subyacente del 0,45 %, lo cual daría lugar a una inflación anual del 4,1 % y el 5,3 % respectivamente.
Acción, pausa u omisión: La semana que viene la Reserva Federal puede anunciar una subida de 25 puntos base y apuntar o bien a próximas subidas (postura firmemente alcista) o al fin de las subidas por el momento (postura de subida apaciguadora); puede poner en pausa las subidas y dar señales de que esperará a que se anuncien más datos próximamente (postura moderadamente bajista); o puede eludir una decisión: mantenerse a la espera y apuntar, sin embargo, a que puede subir los tipos en julio (postura de espera alcista). El mes pasado los mercados cuantificaban grosso modo las probabilidades de anuncio de subida en una sobre cuatro. Ahora la proporción es de una sobre tres. Gran parte de ello dependerá de los datos de la inflación en el IPC anunciados el día anterior. Sabemos que el mercado laboral permanece fuerte, a pesar de que sondeos empresariales apuntan a una notable desaceleración y algunos indicadores de recesión están dando señales de alerta. También se esperan los datos de la inflación en el índice de precios de producción industrial estadounidense y del PIB británico.
Hoy es el turno del Banco Central Europeo (BCE), cuyos responsables han dado muestras más bien de querer mantener una postura alcista ante el incremento continuado de la inflación por encima de los niveles esperados. Las subidas de tipos en esta reunión y en la de julio parecen aseguradas. Existe una sensación evidente de que el BCE mantiene ahora su preferencia por incrementar los tipos de interés en lugar de relajar las subidas. En su última reunión celebrada en mayo, el BCE subió los tipos en 25 puntos base y apuntó a nuevas subidas, aunque no se proporcionó ninguna indicación formal sobre cuáles serían sus próximas actuaciones. Desde el BCE también se señaló que probablemente en julio cesarían las reinversiones en el marco del Programa de adquisición de activos, algo que se ha interpretado como una señal de una postura algo más conservadora que la simple tímida subida de tipos. Parece que junio y julio serán meses de subidas: a partir de entonces ya está menos claro, ya que el BCE está preocupado por la desaceleración del crecimiento y los efectos retardados de las subidas que ya se dejan sentir en el sistema. También se esperan hoy los anuncios de las ventas minoristas, el índice de producción industrial y el índice Empire State de producción industrial en EE. UU.
El Banco de Japón parece estar dispuesto a mantener las cosas tal como están con respecto a su política monetaria, pero hay cuestiones fundamentales que siguen sin respuesta, como si alterará la política de control de la curva de rendimiento y cuándo puede empezar a normalizarla. El crecimiento en el primer trimestre superó las expectativas, pero se prevén lastres a medida que se ralentice la economía global. ¿Ha dejado escapar el Banco de Japón la oportunidad de normalizar su política? Si los efectos retardados de las subidas del BCE y la Reserva Federal afectan a las exportaciones y generan lastres en el segundo semestre del año y el primer semestre de 2024, es posible que la inflación y el crecimiento se enfríen y que el Banco de Japón siga manteniendo las cosas tal como están sin llegar a normalizar nunca su política. Además, con el par USDJPY alcanzando la cifra de 140, también se está volviendo a hablar mucho de una intervención en el mercado de divisas. Esté atento también a los datos finales de la inflación en el IPC de la Eurozona, así como al anuncio de los datos sobre el sentimiento de los consumidores y las expectativas de inflación de la Universidad de Michigan.